viernes, 6 de mayo de 2011

METODOLOGIA GEOHISTORICA Y DINAMICA ESPACIAL


PROF. Ramón Santaella

Una nota obligatoria: En la década de los años sesenta, cuando en nuestro país la enseñanza de la ciencia social estaba a cargo de profesores cuyo pensamiento no había transitado más allá de la concepción positivista del mundo, resultaba excepcional la participación de un pequeño grupo de profesionales de la enseñanza de la historia, inmerso en la teoría materialista de la historia. De igual manera resultaba excepcional contar con profesores en la enseñanza de la geografía de la talla de Ramón Adolfo Tovar, quien procedente de Strasburgo, Francia, traía consigo una manera diferente de comprender y enseñar la geografía. Decir Ramón Tovar significaba y significa penetrar en el mundo de la ciencia social cuanticualitativa, donde las matemáticas y el método estadístico de los conjuntos permiten guiar la información cuantitativa hacia la comprensión cualitativa del espacio; mientras la teoría materialista de la historia, nos permite aproximarnos a la explicación de este proceso objetivado espacialmente.
Esa nueva manera de ver y sentir la geografía, como ciencia social, era complementada con la producción del cartograma que, a manera de instrumento didáctico, nos permitía una mayor comprensión de la materia programada y, a quienes ya nos adentrábamos en el quehacer pedagógico, bien como maestros de escuela primaria o como "profesores" en la educación secundaria, nos permitió resolver situaciones de orden pedagógico en el proceso particular de la enseñanza de la geografía de Venezuela. Por supuesto, en el terreno de la cartografía se han producido avances a nivel nacional gracias a los estudios realizados por compatriotas en el exterior y, los cartogramas, que aún continúan manteniendo su importancia en el hacer cartográfico como parte del método investigativo relacionado con el espacio social, contribuyen de manera efectiva con la producción del mapa conceptual, síntesis de la expresión cualitativa de la realidad como espacio social determinado.
¿Qué significado presenta lo expuesto? Mientras en nuestro país, durante la década de los años sesenta, existe una férrea persecución de parte de la tendencia tradicional-positivista de comprender y enseñar la geografía, contra la nueva tendencia en cuestión, representada por Ramón Tovar, en páises avanzados se discutía sobre la ciencia cualitativa y la cuantitativa con el propósito de aunar esfuerzos para crecer. Uno de esos paises, a parte de Francia, Estados Unidos y otros del continente Europeo, es Canadá, cuya universidad de Montreal, con la subvención del concejo Nacional de Investigaciones del Canadá, publicaba "la revista de Geografía de Motreal". En el cuarto trimentre de 1971 apareció la revista número cuatro, que según su editorial fue dedicada a "las múltiples facetas de la cartografía temática contemporánea: cartografía automática, investigaciones gráficas y representación cartográfica de síntesis" y que, de igual manera que los cartogramas, han sido superada por la cartografía conceptual, en la que armoniza una relación entre las variables de mayor incidencia en la organización del espacio y del modo de producción dominante que la dinamiza y explica.
Uno de los autores, colaborador de la revista en cuestión, Jean-Bernard Racine, expresaba entonces: "Un conocimiento es científico cuando puede fundarse en la experiencia y la medida". Una actividad, decía, puede ser científica cuando no manipula la experiencia y la medida, para lo cual debemos partir de la realidad objetiva que se impone al observador que le permita confrontar las hipótesis explicativas con la realidad. Es a partir de acá, señala, cuando la geografía reconoce la cartografía con su medio de expresión específico y en la cuantificación (no necesariamente análisis cuantitativo) y el tratamiento estadístico de la información precisa el medio de suplir la experimentación y de saber lo que es o no y en qué medida es de fiar. Las teorías explicativas son sancionadas por los hechos (por la realidad, por la historia).
De acuerdo a Brian J.L Berry (1960), citado por el autor anterior, los métodos estadísticos permiten así sincrónicamente el juego de un gran número de variables y de descubrir a partir de la observación y la investigación, hechos y conceptos nuevos. Favorece la correlación posible de dichas variables, cuya extensión en el espacio hace justamente el objeto de la geografía, la herramienta estadística el análisis multivariable, en particular constituye un poderoso revelador de las múltiples relaciones y diferencias que no son percibidas con la observación intuitiva y empírica a causa del demasiado número de hechos a observar en sus
relaciones simultáneas. El mismo Berry expresa: "La cuantificación excita la imaginación creadora del saber, ella provoca la investigación cualitativa, ella facilita la elaboración de un sistema conceptual explicativo de los hechos observados"(p.325).
El mismo Jean-Bernard Racine planteaba en 1971: "bien que sea gráfica o estadística la utilización de los modelos, como además, la utilización de los diferentes procedimientos cartográficos, reclama ante todo que el geógrafo conforme desde el principio de su investigación una matriz de información espacial". Establecía que se le debía a Jacques Bertín (1969) "un excelente análisis de las posibilidades de tratamiento gráfico de la información geográfica reunida en una matriz". Frente a esto, es necesario recordar que toda esa metodología, incluyendo el empleo de la matriz de datos para la posterior elaboración de gráficos, cartogramas y síntesis, era propuesta por Ramón Adolfo Tovar desde 1961, como profesor de Geografía Económica de Venezuela, a nivel del último año de la carrera, en el Intitulo Pedagógico de Caracas. Anteriormente a ello, su tesis de grado de la universidad de Strasburgo, pone su evidencia el conocimiento de una metodología que por avanzada era cuestionada a nivel de las casas de estudios superiores de nuestro país. De igual manera, en 1962, siguiendo las pautas metodológicas practicadas por Ramón Adolfo tovar, a quienes más tarde, al lado de un grupo numeroso de condiscípulos, comenzamos a llamar significativamente maestro, veíamos publicado nuestro primer trabajo geográfico en la revista Gea, número 4, coordinada por Santor Rodulfo Cortez, en la Universidad Central de Venezuela.
Lo expresado pudiera resultarnos en el presente mucho más interesante que durante nuestra permanencia como estudiantes; al revisar esta "vieja" revista editada en la ciudad de Montreal en 1971, hemos comprobado definitivamente no sólo la calidad de profesor que hemos tenido en la persona de Ramón Tovar, sino también el por qué del grupo orquestado de profesionales de la enseñanza de la geografía que a nivel del Instituto Pedagógico de Caracas y de la Universidad Central de Venezuela, en particular, le ha profesado una fuerte oposición que lejos de desmerecerlo le ha permitido proyectarse como hombre de ciencia en su condición indiscutible de maestro, tanto por sus enseñanzas como por su conducta ciudadana.
Dejando de lado la nota obligatoria anterior, queremos retomar lo expresado por Racine: "un conocimiento es científico cuando puede fundarse en la experiencia y la medida". Si esto se corresponde con la realidad, cabe preguntarse: ¿Cuál ha sido el intelectual capaz de producir o crear una determinada metodología científica sin haberse apoyado en la experiencia de sus antecesores? Para quienes de alguna manera han estado familiarizados con el marxismo conocen un ejemplo estupendo. Para que Marx alcanzara la proposición que hace de la dialéctica marxista, que después Lenin llamara "ciencia del movimiento", se vio obligado a leer y discutir las experiencias de pensadores anteriores y muy anteriores a él : Hégel, Kant, Heráclito, Demócrito, Epicúreo, Platón, Aristóteles y otros. Queremos significar con ello, que los cambios introducidos a una metodología determinada son propios de los intelectuales, pero resulta comprometedor establecer que alguien sea el creador de esa metodología o, expresar que determinado investigador logró tal o cual trabajo siguiendo la metodología de un determinado intelectual, cuando la producción metodológica constituye todo un proceso donde quedan comprometidas generaciones de intelectuales. ¿Cómo decir que ha sido seguido la metodología de alguien, cuando la base de explicación de la dinámica contenida en un espacio también determinado es la historia y ésta depende de la realidad, de lo que es, cambiante y transformante?.
¿Dónde quedan los promotores y aportes de la cartografía temática, cartografía automática, las investigaciones gráficas, la representación cartográfica de síntesis y la aplicación de categorías propuestas por el marxismo?.
Reconocer la propiedad intelectual de una determinada metodología en el pensamiento de un también determinado profesional de la ciencia social y no discriminar sus aportes generadores de cambios, constituye a nuestro juicio un error y, en razón de ello, se nos ocurre otro ejemplo que aún cuando pueda ser interpretado como fuera de lugar, permite comprender cuanto queremos expresar; nos referimos a lo ocurrido en nuestro país en 1975, cuando se decidió la nacionalización de las industrias: petrolera y del mineral de hierro. Para el nombre del pueblo es admisible creer que el nacionalizador fue el de entonces presidente de la República señor Carlos Andrés Pérez. Para el sector grueso de los intelectuales y otros sectores de la sociedad, la actuación del entonces presidente constituyó una circunstancia histórica dentro del proceso socio-político del país. Ello, también permite recordar un pasaje de nuestra historia del siglo pasado, cuando en 1854 correspondió a José Gregorio Monagas firmar el acta de abolición de la esclavitud. Ahora, sólo queda decir: hagamos de la reflexión un ejercicio permanente. Geohistoria y dinámica espacial
El espacio, como categoría social, sintetiza lo diacrónico y lo sincrónico. Ese producto humano define un proceso dialéctico permanente de relaciones que se cumplen dentro del juego también permanente de las leyes generadas por el modo de producción dominante como parte fundamental de un sistema específico. Esa constante relación hace del espacio una unidad compleja en su forma y contenido, así como por el número de categorías que contempla para su mejor explicación. Todo espacio es reflejo de las leyes que le determinan y le diferencian de otras unidades espaciales; no obstante, la coherencia existente entre todas esas posibles unidades frente a un todo o conjunto universal: estructura y sistema.
El espacio es, así mismo, una unidad compleja de fuerzas: económicas, sociales, políticas, culturales e ideológicas, objetivadas a través de formas y dimensiones que responden a un proceso histórico común; de ahí, que su estructuración estará determinada por el proceso orgánico del modo de producción dominante (condiciones históricas dadas en cada presente). Como esas condiciones a las que responde la organización y funcionalidad del espacio no son siempre las mismas, son razones históricas para que el espacio social refleje una sucesión de tiempos o de "presentes" interactuados por las fuerzas o corrientes indicadas anteriormente, que la diferencian del proceso natural o evolución, tal como ocurre con el árbol, cuyo tronco resulta, a grosso modo, una sucesión concéntrica de cortezas.
Generalmente, el espacio urbano se presenta con una continuidad propia de la ciudad industrializada, que contiene subconjuntos o sectores que definen la discontinuidad; a veces, esos subconjuntos son ejemplos determinantes en la diversidad de presentes y de condiciones históricas en calidad de factores, pero, aún cuando algunos de ellos permanezca o haya sido "conservado" en su forma o estructura original (estructura colonial, por ejemplo), deberá estar inscrito (interactuado) en el contenido histórico del presente que permite reconocer la coherencia, coexistencia y conexión, como principios fundamentales en la relación del todo con sus partes y viceversa, comportamiento de la unidad y de lo diverso en una única dinámica también diversa.
Cuando a manera de síntesis se establece que el espacio es una sucesión de tiempos, estamos precisando el por qué es una unidad sincrónica y diacrónica y la necesidad de integrar lo geográfico a lo histórico, forma y contenido. En este sentido, a nivel de objetividad, el estudioso del espacio, percibirá la totalidad presente del espacio y deberá indagar en la historia las condiciones que prevalecieron en la organización y caracterización de cualquiera de las porciones de esa totalidad. De ello, se desprende también la necesidad de percibir el espacio en su conjunto como un sistema de estructuras organizadas por el modo de producción dominante, mediante condiciones históricas determinantes y, a partir de centros de poder, de acumulación de capital y expansivos, tanto a nivel interno como externo, en el caso de las relaciones de dependencia, donde continúa funcionando la relación centro-periferia.
Precisar esas condiciones históricas y sus consecuencias, dentro del encadenamiento que pauta el proceso: causa-efecto-causa..., permite al investigador y docente adentrarse en el mismo proceso de la objetividad, con el fin de acercarse a la realidad social, cualquiera que sea su calificativo, para intentar descubrir la periodificación reflejada por la totalidad en el objeto de estudio, es decir, llegar a ella como producto mismo de la investigación que se realiza. La no intrusión del objeto de estudio de parte del investigador y de la falta de una toma de posición objetiva, merma la posibilidad de comprender el proceso, así como la capacidad para llevar adelante cualquier investigación de índole social, cuestión que, a juicio nuestro, está privado a nivel de un sector importante de quienes realizan estudios de postgrado en nuestras casas de estudios superiores. Como se dice generalmente, para muestra un botón, una vez que dichos estudiantes concluyen su escolaridad, surge una especie de "resistencia" para producir la tesis de grado exigida; ¿razón de ello? lo expuesto.
La selección del espacio a estudiar: De la misma manera que la objetividad impone en la investigación de la interrelación entre el sujeto y el objeto, unidad en la que el primero de los integrantes no participa como creador, sino como descubridor de leyes que dinamizan la realidad del objeto de estudio; descubridor de la esencia a partir de la manera como la naturaleza del objeto se refleja en él, la selección del espacio a estudiar, en un "momento" o periodo no debería ser apriorística o subjetiva, dejando de lado el proceso que conduce a la abstracción de la parte que debe ser estudiada; a menos que dicha selección involucre un determinado conjunto o sistema espacial estructurado y, aún así, habría necesidad de precisar la escala mediante la cual ha sido definido el criterio espacial de totalidad.
De proponerse a Venezuela como sistemas de estructuras espaciales, debemos de estar claros de que tal propuesta no escapa a la posible existencia de un conjunto espacial mayor que no tiene que coincidir necesariamente con todo el continente americano, sino que requerimos de una delimitación espacial identificada por una determinada dinámica, generada por fuerzas propias de un modo de producción dominante.
El sujeto investigador, frente a la totalidad, no inventa ni propone arbitrariamente el espacio a estudiar, debe trabajar dicha totalidad para que sea ella quien le establezca los parámetros del espacio que debe ser estudiado, a exepción de ciertas especificidades que se corresponden con trabajos encomendados o requeridos particularmente.
La objetividad, en otra de sus dimensiones, induce hacia lo cuanticualitativo, tratamiento de las variables contenidas en el espacio, en su condición de unidad multivariable. No obstante que, en el proceso enseñanza-aprendizaje, como práctica pedagógica, se ha hecho permisible la selección subjetiva de espacios donde el educando, con ayuda del profesor, realiza una determinada investigación, cuyas conclusiones no siempre permiten percibir las relaciones existentes entre el todo y la parte y viceversa. de igual manera, las situaciones geohistóricas y las variables que permiten identificarlas, no deberían de ser planteadas de manera apriorística, puesto que toda la situación espacial que queramos estudiar deberá obligarnos previamente a lograr cierta comprensión del conjunto espacial del cual depende.
El apriorismo nos resulta incomprensible aún en la actividad pedagógica, cuando existe conciencia de que la realidad como situación concreta posee y "propone" las variables que orientan al sujeto investigador en una determinada dirección de estudio. Sólo así lograremos comunicar la síntesis real de la situación geohistórica presente.
Debe existir una cierta imparcialidad en el tratamiento de lo real concreto, dentro de la parcialidad metodológica puesta en acción. Sin entrar acá a discutir lo pedagógico en cuanto al carácter científico que pueda o no tener. Ese carácter debe brindarlo personalmente el educador que investiga, no así el docente que se limita a informar lo informado ha mucho tiempo, alejado consciente o inconscientemente del proceso en cuestión.
Retornando al planteamiento del espacio social como objeto de estudio de la ciencia social y de la geografía en lo particular, advertimos la necesidad de reconocer en el mismo la presencia multivariable que induce de alguna manera a la comprensión de relaciones cuanticualitativas, por la misma necesidad del investigador de precisar en dicho espacio, las diferencias y los dominios de unas frente a otras. Al respecto, Jean Labasse y Pierre George, citados por Jean-Bernard Racine (1971), dicen: Nosotros creemos personalmente que sin análisis previos de las conclusiones estadísticas uniendo cada una de las variables de la matriz de información al resto de variables, el investigador se expone a grandes riesgos. Esto es cierto para el investigador inexperto pero puede serlo también para el investigador experimentado, que se ataque un problema cuyos pormenores teóricos y lógicos son débilmente percibidos y definidos. El investigador puede hacer de lado variables más significativas al nivel del problema que se propone estudiar (. . .) El investigador puede a la inversa y con el mismo resultado (pasar de lado la explicación) ahogar en un ser matemático único, los fenómenos cuya distribución espacial respectiva no se recubrirá o excluya, asimilando abusivamente fenómenos independientes. (pp. 332-333). Interpretando el texto anterior, queda de manifiesto la importancia de la unidad cuanticualitativa en el proceso investigativo que nos ocupa, e induce al docente-investigador a seleccionar objetivamente el espacio y sus variables para el análisis y sintesis respectivos.
Es a partir de esa actividad cuanticualitativa, cuando nos abocaremos a proponer buena parte del "sistema" conceptual que deberá ser discutido y procesado para luego, intentar el análisis del fenómeno u objeto de estudio. Es la vía, a nuestro juicio, para alcanzar y proponer nuevos conocimientos que deberán traducirse de alguna manera en conceptos y categorías, así como descubrir leyes que nos permitan acercarnos a la propuesta o contribución de la teoría del espacio estudiado, que deberá estar conectada con el sistema de estructuras que integran la totalidad espacial, cualquiera sea la escala que asumamos.
En el caso del docente inmerso en la metodología geohistórica, la cuantificación previa de las variables, le permite transformar las unidades estadísticas de la información matriciada, según manifiesten la existencia de dominios espaciales, en unidades cualitativas específicas, aprovechadas por el método cartográfico para producir primero, los cartogramas y luego, los mapas conceptuales respectivos, creando con ello, instrumentos pedagógicos valiosos para lograr un proceso enseñanza-aprendizaje deseado. La situación: Para cumplir con el requisito de seleccionar en el espacio de estudio, una también determinada situación, es necesario que partamos de una premisa: el objeto de estudio constituye una totalidad o se encuentra integrado a esa. A partir de la misma, la cuantificación de las variables que le son propias, nos dirá sobre la cuál o cuáles de sus partes deben aplicarse la abstracción que guiará la investigación del docente investigador.
Cuando el interés de la investigación recae sobre una situación fenomenológica de la realidad como conjunto, será la cuantificación de las variables que la constituyen, la que indicará el peso e importancia de las mismas y la razón de su estudio. En una primera instancia, las variables por precisar deben ser de carácter independiente, para luego considerar las dependientes o derivadas. La necesidad de procesar la importancia de las variables y de establecer relaciones entre ellas, para poder interpretar la situación espacial en cuestión, nos obliga a la elaboración de cuadernos matriciales que permiten confrontar una a otras.
Tomemos por caso una investigación en el ámbito rural, donde destaca una estructura de haciendas, en la que resultan tres variables independientes fundamentales, además, clásicas en el tratamiento de situaciones similares: tierra, capital y trabajo. Cada una de ellas asumirá otras que le son derivadas o dependientes. Descomponemos y fijamos criterios, veamos:
1.- TIERRA:
1.1- Unidades de explotación:
1.1.1- Muy grandes: 2.001 y más hectáreas.
1.1.2- Grandes: 501 a 2.000 hectáreas.
1.1.3- Medianas: 100 a 500 hectáreas.
1.1.4- Pequeñas: Menos de 100 hectáreas.
1.2- Formas de tenencia:
1.2.1- Propia pagada.
1.2.2- Propia pagando.
1.2.3- Arrendada.
1.2.4- Mediterránea.
1.3- Tierras aptas para:
1.3.1- Cultivos.
1.3.2- Ganadería.
1.3.3- Ambos.
1.4- Características del suelo:
1.4.1- Bajo riego.
1.4.2- De vega.
1.4.3- Drenaje suficiente.
2- CAPITAL:
2.1- Inversiones:
2.1.1- Valor inicial de la tierra.
2.1.2- Valor incorporado (capital fijo: vivienda, canales, caminos, etc. ).
2.1.3- Valor maquinaria agrícola.
2.1.4- Valor transporte de carga.
2.1.5- Valor insumos agrícolas.
2.2- Relaciones sociales de producción:
2.2.1- Capitalistas.
2.2.2- Pre capitalistas (medianería, aparcería. . .).
2.3- Flujo económico:
2.3.1- Valor producción.
2.3.2- Valor exportación.
2.3.3- Valor consumo interno (mercadeo).
2.4- Reflujo económico:
2.4.1- Valor importación de maquinarias.
2.4.2- Valor importación de fertilizantes y . . .
2.4.3- Valor otras importaciones.
3- TRABAJO:
3.1- Población activa:
3.1.1- Activos agrícolas fijos.
3.1.2- Temporeros.
3.2- Salarios:
3.2.1- Alto.
3.2.2- Medio.
3.2.3- Bajo.
3.3- Valor de la producción.
3.4- Relaciones de producción.
3.5-Movilidad de la población:
3.5.1-De la localidad (salen y entran).
3.5.2-De las unidades de explotación (idem).
3.5.3-Procedencia.
El siguiente paso en el proceso de cuantificación y ordenamiento de información, tal como hemos señalado, es la confrontación entre las variables derivadas de cada grupo independiente (Tierra, Capital y Trabajo). El fin, es obtener una primera selección de variables identificadas por su peso (importancia) y la posibilidad de ser reagrupadas según sus especificidades, es decir, de ser necesario, obtener una nueva agrupación matricirial que permita la decantación y con ella, la reducción del número de variables que serán tomadas en cuenta durante el proceso investigativo. De manera esquemática, obtendríamos lo siguiente:
TIERRA (Variable independiente).
X1. - Unidades de explotación.
X2. - Formas de tenencia.
X3. - Características del suelo.
Xn. - Otras.
En esta oportunidad no resultaría conveniente la reagrupación de las variables en cuestión; sin embargo, a manera de ejercicio podemos reagrupar X3 y X4, obteniendo el siguiente cuadro matricial:
VARIABLES REAGRUPACION SINTESIS
X1 X1
X1
X2 X2 X2
X3
X3/X4 (X3 X4)
X4
Xn
Xn Xn
La reagrupación de las variables tiene como objetivo la simplificación de la cantidad de las mismas, pero siempre debe hacerse, como estima Jean-Bernard Racine (ob. cit.), en función de la calidad de la selección de las variables como tal y del trabajo que se piensa realizar.
Si partimos de la premisa de que el espacio social o geohistórico es multivariable, el investigador o docente está en la obligación, en un primer momento, de asumir la responsabilidad de darle importancia a cada una de las variables reflejadas por la realidad.
Será luego, cuando la ponderación de las mismas nos dirá que debemos reagrupar o descartar, no antes, pues, es necesario evitar caer en la subjetividad de seleccionar aprioris lo que debe ser estudiado de esa realidad determinada. No obstante, como ya lo apuntáramos anteriormente, salvo manifestaciones particulares que "obliguen" a cierto tipo de investigación que no contemple la realidad como un todo, sino una parcela de la misma. En tal ocasión, el investigador no tendrá más alternativa que seleccionar directamente las variables de análisis con el fin de alcanzar los objetivos propuestos.
El mismo procedimiento de reagrupamiento realizado para la variable independiente Tierra, debe hacerse para cada una de las restantes, hasta lograr la reagrupación deseada, sin alterar o alejarnos de la realidad. En este sentido, haríamos lo mismo con: Capital y Trabajo.
Una vez resuelta la situación de reagrupamiento por variables independientes separadas, procedemos a organizar una matriz o cuadro en el que aparecen todas las dichas variables con la reagrupación que hayamos logrado. Veamos:
TIERRA CAPITAL TRABAJO
X1 Y1
Z1 X2 Y2
Z2 X3 Y3
Z3 X4 Y4
Z4 Xn Yn
Zn

¿De dónde obtuvimos los valores anteriores?, indicamos:

TIERRA: X1) Unidades de explotación, X2) Formas de tenencia, X3) Tierras aptas para, X4) características del suelo, Xn) Otras.
CAPITAL: Y1) Inversiones, Y2) Relaciones sociales de producción, Y3) Flujo económico, Y4)
Reflujo económico, Yn) Otras.
TRABAJO: Z1) Población activa, Z2) Valor salarios, Z3) Valor producción, Z4) Relaciones de producción, Z5) Otras.
Expresamos ahora la REAGRUPACION, según las relaciones entre variables dependientes los tres grupos de independientes:
TIERRA/CAPITAL CUADRO SINTESIS
X1/Y1 . . . X1Y1
X1Y1Z1 (X1Y1Z1) X2/Y2 . . . X2Y2
X2Y2Z2 (X2Y2Z2) X3/Y3 . . . X3Y3
X3Y3Z3 (X3Y3Z3) X4/Y4 . . . X4Y4
TIERRA/TRABAJO
X1/Y1 . . . X1Z1
X4 X4 X2/Y2 . . . X2Z2
Y4 Y4 X3/Y3 . . . X3Z3
X4/Z4 . . . X4Z4
Z4 Z4 CAPITAL/TRABAJO
Y1/Z1 . . . Y1Z1
Xn Xn Y2/Z2 . . . Y2Z2 Y3/Z3 . . . Y3Z3
Yn Yn Y4/Z4 . . . Y4Z4
Zn Zn
Observa que al establecer la relación entre los grupos de variables dependientes pertenecientes a cada variable independiente, resultan dominios o grupos de variables que deben ser tratadas como unidad por la relación que guardan entre sí dichas variables. Precisa los dominios del Cuadro Síntesis y la notarás que corresponden a una realidad que, si bien es cierto, ha sido propuesta a manera de ejemplo, llegado el caso de ser una realidad concreta, es probable que encontraríamos las mismas variables y posiblemente otras complementarias, cuyo tratamiento ha sido presentado de manera breve. A manera de prueba observaremos los tres dominios o grupos de variables resultantes: (X1Y1Z1), (X2Y2Z2), (X3Y3Z3); el primero significa que debemos tratar de manera relacionada, las unidades de explotación, la inversión del capital y la población activa; el segundo, formas de tenencia, con relaciones sociales de producción y el salario y, el tercero, tierras actas para, el flujo económico y el valor de la producción.
Para quienes carecen de experiencia investigativa, bien podrían adoptar un procedimiento, si se quiere, más efectivo y practico, nos referimos a los cuadros matriciales de confrontación de una variable independiente y sus derivadas con respecto a otra u otras. Consideremos el mismo ejemplo que veníamos trabajando y observemos la manera de organizar dicho cuadro:
C A P I T A L
Y1 Y2
Y3 Y4 Yn
T X1
I X2
E R X3
R X4
A Xn
El manejo de estos cuadros de parte del investigador que se inicia, le permite compenetrarse con las variables de cada grupo y establecer las relaciones que se requieren para conformar los dominios señalados; por esta vía llegará al cuadro síntesis que le orientará en el proceso investigativo a emprender, así como en la elaboración de la matriz general, conteniendo cada uno de los dominios y variables aisladas que según su importancia, serán tomadas o no en cuenta en el estudio referido.

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